Familia en Danza

¿Como nace Familia en Danza?

El proyecto Familia en Danza  nace en el año 2010 a partir de una experiencia de danza desarrollada en una asociación con niños y niñas del sector de  Zapallal en el distrito de Puente Piedra, donde realizaba un voluntariado cada fin de semana. Los niñ@s llegaban cada mañana para jugar con el cuerpo a través de la danza.

 

En este taller se podía reflejar en los cuerpos  de los niñ@s características de violencia. Por esta razón decide acercarme al final de cada sesión a esperar a los familiares de los niñ@s para poder conversar sobre estos temas, pero la sorpresa fue grande cuando descubrí que algunos de los niñ@s regresaban solos a casa caminando, teniendo que cruzar un cerro o caminar varias calles, tomaban un moto taxi o algún vecino los venía a buscar y la presencia de familiares a la salida del taller era en menor cantidad.

 

Empecé a preguntar a los niñ@s si conversaban o si le contaban sobre lo que hacíamos en este taller, pero muchos de ellos no conversaban con sus familiares. Estas razones motivaron a que realizara una reunión con los familiares adultos de los niñ@s con el objetivo de informarles que el taller de danza para los niñ@s ya no continuaría y que se transformaría en un taller denominado Familia en Danza donde la comunidad estaba invitada a participar.

 

Muchos de los integrantes adultos de la familia (especialmente hombres adultos) pusieron excusas de trabajo para no asistir, entonces tuve que adaptar mi tiempo a un horario donde la mayoría de las familia podían asistir, de esta forma se fue construyendo este espacio familiar compartido siendo una experiencia única y extraordinaria que el cual derivó en un primer (re)conocimiento del otro desde el juego. Después de algunos meses de experiencias lúdicas  con el cuerpo en la danza logramos mostrar a la comunidad de zapallal un resultado del tiempo compartido. Tres años bailando en diferentes sectores y comunidades de Lima.

 

¿De qué trata Familia en Danza?

Familia en Danza; Associacion cultural peruano-britanica; Districto de Surco; Marzo 2013
Familia en Danza; Associacion cultural peruano-britanica; Districto de Surco; Marzo 2013

Familia en Danza es un espacio para el  juego en movimiento donde se fortalece las relaciones afectivas, abriendo la posibilidad de expresarse y compartir libremente sus sensaciones y emociones.

 

Descubriendo a la familia desde una situación diferente a la que normalmente están acostumbrados en la vida cotidiana y donde se aprende a través del contacto físico a vincularse con la familia, El bailar es un extraordinario pretexto para construirse, teniendo una mirada más horizontal sobre las relaciones familiares, disminuyendo los miedos al contacto afectivo y abriendo nuevas posibilidades de encuentro familiar.

¿A quién va dirigido?

Familia en Danza;Feria Independiente Peru; Diciembre 2013
Familia en Danza;Feria Independiente Peru; Diciembre 2013

Invitación  a familias con niños entre 5 a 12 años. Los niños deben estar siempre acompañados de algún miembro de su familia. En cuanto a los adultos, no hay límites en la edad.

 

Cuando hablamos de familia, ésta debe entenderse en un sentido muy amplio y abierto. La participación conjunta de personas de diferentes edades – niños, niñas, padres, abuelos, madres, hermanos, amigos – permite que afloren modos de participación y de creación únicos, dejando de lado ciertas exclusiones tan frecuentes en las sociedades contemporáneas.    

Familia en Danza; Instituto Italiano de Cultura; Diciembre 2011

Fotos: José de la Cruz


FAMILIA EN DANZA/ EXPERIENCIA EN UN DÍA DE VISITA EN LA CARCEL

El espacio se fue ambientando. En colaboración con mis compañeros, construimos la sala y la dejamos en las mejores condiciones para que los cuerpos puedan sentirse con la confianza debida para empezar a bailar. Las familias fueron llegando. Se instalaron y siguieron las indicaciones que les dábamos en relación al espacio, que se encontraba sectorizado de diferentes maneras para brindarles seguridad.

Después de un rato de saludos, abrazos, reencuentros, regalos y presentaciones, empezamos con el taller Familia en danza. Formamos un círculo donde todos tuvimos que cogernos de las manos, cerrar los ojos y sentir la energía que iba viajando de cuerpo a cuerpo. Después de un tiempo de silencio, nos ubicamos al nivel del piso y nos sentamos de tal manera que mantuvimos el círculo para tener la oportunidad de vernos todos y descubrir quiénes éramos y qué gestos teníamos en ese instante.

Después de un primer ejercicio de presentación (un poco tímido) de nuestros cuerpos y gestualidades, la danza empezó a fluir llenando todo el espacio de buena vibra y libertad.

Algunas compañeras que ya conocían esta  experiencia de danza hicieron de guías para sus familias, mostrándoles el camino para que empiecen a dejar que el cuerpo se exprese libremente. Las actividades de masajes, toques y mezclas físicas hicieron que las corporalidades se traspasaran entre madres, abuelas, hermanas e hijos.

Mientras la danza sucedía, el diálogo empezó a transmitir afectos como las sonrisas que nacían del corazón, los abrazos cada vez más profundos, las miradas se encontraban y se perdían entre las otras familias y el contacto sensorial se afianzaba en movimiento. ¡Qué hermoso era ver como se cuidaban, se protegían y se amaban en movimiento!

La danza visibilizaba el cariño que sentía uno hacia el otro. Madre e hijo/a eran ahora un solo cuerpo, una sola energía y un mismo corazón. La danza era tan fuerte que hizo que por un tiempo fueran olvidados la situación y el contexto en el que sus cuerpos se encontraban.

Mientras la danza fluía, las personas eran acompañadas, cuidadas y atendidas por el familiar a quienes estaban unidos a través del elástico que los llevaba a estirarse, girar, flexionar, avanzar, retroceder y enredarse. Y esto facilitaba la reconstrucción de un vínculo familiar que se afianzaba más a través de la música, el contacto, la danza y el disfrute compartido de donde justamente nace la libertad.

Mientras la música seguía sonando en la sala y las familias se encontraban en un disfrute total, la experiencia me hizo pensar y reafirmar la importancia de que el cuerpo familiar tenga espacios para el contacto físico y el juego porque ahí es donde podemos aprender a ver a nuestra familia en un estado distinto, saliendo de los roles ya establecidos por la sociedad y permitiéndonos ver a nuestros padres como amigos en los cuales podemos confiar. La participación en la danza entre familiares que se encuentran en situación de conflicto debido a la distancia física como impedimento hace que esta actividad de movimiento se revalorice y se piense importante en el contexto de una sociedad cada vez más individualizada.

La danza va entrando en una etapa de compresión y entendimiento con la familia  por medio del baile. En estos momentos, el diálogo se ha incrementado, el afecto se ha visibilizado y los familiares han atravesado por una experiencia sanadora. El cuerpo habla por sí solo y se expresa a plenitud con la danza compartida. Las madres e hijos/as se buscan y se necesitan en el afecto. La experiencia en danza impacta positivamente en la construcción de la vida familiar.

El cuerpo ha dejado ver la danza más íntima que puede tener el ser humano y lo ha ido plasmando concretamente en dibujos donde se refleja el sentimiento.

 

 

 

Familia en Danza; Parroquia de Laderas; De Noviembre hasta Diciembre 2011

Fotos: José de la cruz