La danza en espacios carcelarios genera encuentro y a la vez cuestionamientos que confrontan a personas que se necesitan libres. La inclusión a cuerpos que han encontrado libertad en la danza se presenta como una oportunidad para construir libertad temporal.El espacio carcelario contiene a personas que entraron en crisis y que expandieron su propio conflicto a un territorio colectivo, que tienen una historia de conflictos no atendidos. Los cuerpos que se abren a participar en espacios carcelarios inconscientemente quizá lo hacen porque necesitan reforzar su propia libertad reflejándose en personas que judicialmente se encuentran presas de su libertad. En cierto caso todos estamos siendo presos de nuestros propios conflictos que nos llevan a sentirnos cercados y con fronteras. El cuerpo de los visitantes se ubica como conector entre realidades distintas.
Esta página web ha sido creada con Jimdo. ¡Regístrate ahora gratis en https://es.jimdo.com!